Durante la fiesta más grande de la religión católica en México, en el Santuario Guadalupano de Morelia se registra poca visita por parte de los peregrino, comparado con años anteriores a la pandemia el flujo está por debajo del 50% según lo que algunos comerciantes de la zona comentan, hoy, se puede caminar libremente afuera y dentro de la iglesia, sin aglomeraciones.
Sobre la Calzada Fray Antonio de San Miguel, las personas avanzan de rodillas según su «manda» a la virgen, algunos con ayuda y otros con sufrimiento.
El «CañaFest» no luce saturado y se puede deambular libremente: «esperemos esto mejore en la tarde», comenta un vendedor de ropa. Las vendedoras de caña invitan a los caminantes a probar el tradicional alimento.