Entre acarreados, porras y espontáneos que rompieron en dos ocasiones el protocolo previsto por las comisiones unidas de Justicia y Gobernación, transcurrió la primera jornada de comparecencias de aspirantes a ocupar el cargo de Fiscal General del Estado.
De los 16 aspirantes que se entrevistaron este lunes ante las comisiones unidas, fueron tres los perfiles que sobresalieron en sus exposiciones: Eduardo Martínez Altamirano, José Jesús Cázares Ramírez y Alex Chávez Rojas, quienes mostraron no sólo una visión profunda y amplia de los retos que tiene en puerta la Fiscalía General del Estado, de sus posibilidades y alcances normativos en el contexto del nuevo sistema de justicia penal, sino también de la problemática y vicios que arrastra actualmente la procuración de justicia en Michoacán.
Otra comparecencia que destacó fue la del exprocurador Miguel Ángel Arrellano Pulido, aunque su visión fue más administrativa y pragmática sobre acciones específicas a realizar dentro de la Fiscalía General.
No faltó quien confundiera el espíritu de las comparecencias con el de un mitin político y consumiera su tiempo en propinarse elogios. Tal fue el caso de Dalila Campos quien dijo ser la voz de las mujeres violadas, de los desaparecidos, conocer el sentir de todos los que han abandonado el estado por razones de inseguridad y tener como estandarte la honestidad.
Otro fue Guillermo Valencia Reyes, quien optó por promocionar a su agrupación denominada “Revolución Social” como artífice de detenciones realizadas por la Procuraduría, que la ciudadanía esté –dijo- recuperando la confianza en ésta, y de haber recuperado mil 200 vehículos robados, cuestionando además la naturaleza garantista del nuevo sistema de justicia penal.
La jornada de comparecencias se vería dos veces interrumpida por elementos externos a éstas. Primero por Saúl Mora Padilla quien dijo representar a diversas organizaciones e irrumpió en el Salón de Recepciones bajo el argumento de que iba a notificar la suspensión que presuntamente le había otorgado un juez contra el proceso de selección del Fiscal porque no le habían contestado un oficio. Finalmente la Secretaría de Servicios Parlamentarios aclararía el asunto echando abajo el decir de Mora Padilla, quien reconoció apoyar a Dalila Campos en sus aspiraciones.
La segunda interrupción fue en la recta final de la jornada, por un hombre que omitió su nombre y se colocó frente a los diputados integrantes de las comisiones unidas de Justicia y Gobernación para disertar sobre los problemas de la educación en Michoacán.
Los acarreados y las porras no faltaron; llenaban y desalojaban la sala conforme sus “gallos” participaban. Pese a que no fueron tan numerosos como los seguidores de Dalila Campos o Guillermo Valencia, los de Ciro Jaimes Cinfuegos fueron los más sonoros y aplaudidores. También Miguel Arellano Pulido acudió con su séquito de adeptos, más adustos y trajeados en su mayoría.
Procuraduría caótica y corrupta
Una coincidencia permanente entre quienes comparecieron este lunes, fue la descripción de una Procuraduría General del Estado caótica y corrupta, en donde el desaseo en los procesos es la característica; la falta capacitación, los perfiles inadecuados y la violación a los derechos humanos es la constante.
Saúl Aguirre Hinojosa apuntó por ejemplo que la cifra negra de los delitos que no se reportan llega a un 95 por ciento en Michoacán, estado en donde se registra tan sólo el 3% de efectividad en las carpetas investigación mientras que entidades como Coahuila supera el 60%.
Víctor Manuel Andrade Tapia cuestionó el cúmulo de filtros que entorpecen la acción dentro de la Procuraduría y señaló que los elementos confabulan para detener personas inocentes.
Roberto Fuerte Serrano evidenció sobornos y compra de agentes dentro de la institución de la que actualmente forma parte, y al ser cuestionado del porqué con 33 años de servicio no lo ha denunciado, a lo que dijo que ha hecho denuncias anónimas para no poner en riesgo su vida.
Guillermo Valencia Reyes acusó que en la Procuraduría existen grandes negocios como en el manejo de grúas, en los corralones, en donde se le saca dinero a las víctimas.
José Luis Jacinto Pulido apuntó que en su experiencia como litigante puede afirmar que existe una deplorable situación de la procuración de justicia, en donde existen múltiples trabas, peritajes que no se realizan, sobornos al personal para que cumplan con sus responsabilidades.
José Jesús Cázares Ramírez refirió que no se puede exigir a los ministeriales que tengan un trabajo honesto si no tienen como ahora para hojas, torner, o bien sueldos decoroso ya que aquí les pagan 12 mil 500 cuando en Guanajuato ganan 50 mil.
Refirió que en la Procuraduría actualmente no hay una correcta atención a la víctima, en donde se les revictimiza con malos tratos, lugares inadecuados para presentar la denuncia, entre otros.
Alex Chávez Rojas refirió que en la práctica hay peritos que ni siquiera tienen la licenciatura, y que las víctimas no tienen acompañamiento permanente y protección, no se tiene capacitación adecuada ni de seguimiento.