Verónica del Toro
A quien corresponda.
Soy hermana de María Guadalupe, Lupita, quien fue asesinada por su esposo a causa de los celos, de las conductas y comportamientos machistas, del pensamiento erróneo de que las mujeres somos propiedad del hombre.
Hablo por mi hermana Lupita, quien en vida vivió todo tipo de violencia, burlas, insultos, humillaciones, maltrato, amenazas, desprecio y más. Su esposo vigilaba sus actos y los movimientos que ella hacía para seguir ejerciendo control y poder sobre ella. Después, esa violencia fue en aumento, no bastaron las amenazas, los golpes eran otra forma para seguir controlándola.
Desgraciadamente, la violencia se vive también socialmente, a muchas mujeres se les juzga y revictimiza por ejemplo, cuando las amistades, vecinos y más dicen que “a ella le gusta que le peguen”, “le gusta que la maltraten” sino ¿para qué sigue ahí? También, las personas se preguntan “¿por qué aguanto tanto?, ¿Por qué no hizo nada?, ¿Por qué no le dejo?” y…
Es fácil hablar de una mujer, se le critica, se juzga su forma de hablar y de vestir, se juzga su cuerpo, se le tacha de indecente, de provocativa, se dice que… ella se lo busco.
Las victimas de Feminicidio son mujeres que viven violencia, antes y después de ser asesinadas, porque después, siguen siendo anuladas, invisibilizadas, cosificadas, siguen siendo señaladas y juzgadas.
Toda persona, todo ser humano somos responsables de la violencia que se vive, y claro, también RESPONSABLES de la violencia hacia las mujeres por acción o por omisión. Porque no querer ver, ni saber de las mujeres violentadas, agredidas, asesinadas, NO hablar de los Feminicidios, no significa que no está pasando, las mujeres siguen siendo violentadas, controladas, amenazadas y asesinadas.
Mis palabras son por Lupita y por cada mujer que actualmente se vive violentada, por las mujeres que no encuentran a una persona que la escuche, a una autoridad que la atienda, no hay quién proteja la libertad e integridad de las mujeres, que crea en su palabra sin volverla a juzgar, a criticar y revictimizar.
No podemos seguir tolerando la violencia, hay que romper el silencio, hay que hablar, hay que escuchar y en lugar de ignorar y hacer como que no pasa nada. Hay que asumir la responsabilidad que nos corresponde como persona, como autoridad, como ciudadanía.
Trabajar para la PAZ y la erradicación de la violencia, es un compromiso personal, profesional y moral que elijo por amor a mi hermana María Guadalupe, es ejercer la responsabilidad civil y ciudadana, es una decisión para generar otras maneras de relacionarnos, otras formas de vivir y de estar.
Invito a sumar, a trabajar y generar acciones para la paz, por la dignidad humana, por el derecho a la JUSTICIA, por una vida digna y libre de violencia.
Nadie, ninguna mujer, ninguna hermana, ninguna familia, ninguna comunidad tendríamos que estar viviendo tantas experiencias tan dolorosas, sentimientos de impotencia, indignación y vulnerabilidad si cada persona y autoridades hicieran lo que le corresponde hacer, de la mejor manera que se puede hacer,
Los resultados serían diferentes. No habría más víctimas exigiendo la JUSTICIA.
Atte. Verónica Del Toro Morales
Hermana de María Guadalupe Del Toro Morales, víctima de Feminicidio