César Vázquez / @LetraMia
Con un rotundo fracaso de cierre de campaña Ascensión Orihuela realizó su último mitin en el centro de la capital michoacana, pese al acarreo de gente que llegó en camiones del servicio público, los seguidores priistas se mostraron indiferentes y aprovecharon la salida para atender asuntos personales o acudir a las tiendas del centro para hacer sus compras.
Incluso durante el evento y antes de que Chon Orihuela tomara el micrófono, la gente ya se retiraba a sus respectivos puntos de concentración para tomar el camión de regreso a sus colonias y a sus municipios.
No hubo marea roja, apenas unas cuantas almas que no rebasaron los dos mil militantes intentaron expandirse por el centro de Morelia, en el recuerdo quedó el cierre que tuvo Fausto Vallejo, que comparadas las imágenes fotográficas al actual candidato no juntó ni siquiera la tercera parte que llevó a su mitin el gobernador depuesto.
En el mega cierre de fin de campaña sólo fue evidente una cosa: la voz de mando, la voz cantante la sigue teniendo Fausto Vallejo entre los prisitas de Morelia, muestra de ello fue la orden a las estructuras para inmovilizarlos y dejar desangelado el mitin del Ascensión Orihuela.
Durante el mitin realizado frente a la Plaza de Armas, no se notó el desproporcionado apoyo que otrora tenían los candidatos del PRI al gobierno del estado; el evento fue desangelado, era evidente el nerviosismo con el que actuaban los operadores del PRI.
Incluso el coordinador de la Campaña, Wilfrido Lázaro Medina, trataba de ocultar su nerviosismo antes de que apareciera el candidato, y para entretener a los pocos asistentes que dudaban entre quedarse en el mitin o retirarse a otros asuntos, Lázaro Medina comenzó a tomarse fotos con los asistentes como una alternativa de distracción.
La realidad fue que el cierre de campaña del candidato del PRI no alcanzó las expectativas, tuvo una mala planeación en tiempo, desde las diez de la mañana comenzaron a llegar camiones a diversas plazas públicas, en el Carmen, en San José, en la avenida Nocupétaro y hasta en el Jardín de Villalongín; la indicación fue que las 11:00 de la mañana ya tendrían que estar instalados en sus sitios.
El evento estaba programado para arrancar en punto de las 12:00 horas, pero el reloj de la catedral marcaba el medio día y el candidato no se dejaba ver, pronto los seguidores que habían llegado en los camiones comenzaron a sentir los rayos del sol y comenzaron a dispersase sin esperar siquiera a que el candidato diera su discurso.
Los coordinadores de cada colonia luchaban y amagaban a su grupo para que no se dispersara, pero era imposible luchar contra el aburrimiento de la gente, incluso desde antes de que el mitin terminara ya estaban algunos arriba de los camiones esperando la hora de partir.
Cuando finalmente se presentó Ascensión Orihuela, el coraje del fracaso fue evidente, leyó un escueto discurso, pero siempre mantuvo los ojos puestos en el papel que leyó.
Cuando el mitin terminó Chon Orihuela se encaminó directo a su camioneta, seriamente enfurecido se encerró e incluso intentó evadir a la prensa para no dar ninguna explicación. Allí reventó contra los reporteros y justificó que su actitud se debía a que tenía que partir de manera urgente a otro evento en La Piedad.
