Tangamandapio, Michoacán.- Desde diciembre pasado, surgió un conflicto entre dos grupos de habitantes de la comunidad indígena de La Cantera, en el municipio de Tangamandapio, debido a la inconformidad que existe en relación a la construcción de una nueva comandancia de los Kuárichas o seguridad comunal, confrontación en la que ha intervenido la Guardia Civil y que ha derivado en la suspensión del servicio de telefonía.
Guillermina Ascencio Mateo, integrante del Concejo Comunal, encargada de la Comisión de Honor y Justicia y jefa de la guardia comunal conocida como Kuárichas, explicó que, a través del programa Fondo para el Fortalecimiento para la Paz (Fortapaz), la comunidad recibió recurso para la construcción de una comandancia nueva, debido a que la actual, es pequeña, no cuenta con cocina, dormitorio y los 17 elementos activos comparten un solo baño.
El cabildo, ordenó al representante de Bienes Comunales la donación de un terreno con las medidas que plantea el Fortapaz, por lo que se determinó disponer de un terreno ubicado cerca de una clínica y dos centros escolares, por lo que en diciembre comenzaron los trabajos, sin embargo, un grupo de pobladores ha impedido en las últimas semanas que se continúen las labores.
“Se reúne una sola familia y empiezan a cabildear en la comunidad con mentiras, diciendo que el Concejo quiere tumbar el altar de la virgencita, y eso es sagrado para la comunidad entonces la gente les empezó a firmar de que no estaban de acuerdo con que ahí se construyera la comandancia, otro de los comentarios es que ahí es muy peligroso porque estaba el kínder, la clínica a un lado y la secundaria”.
La Comisión de Honor y Justicia, consideró que tal espacio era adecuado debido a que, en los últimos años, se han cometido robos de computadoras, material médico y medicamentos en la clínica aledaña.
Pero además, se realizó una votación en la que la mayoría estuvo de acuerdo en que la construcción se realizara en el predio propuesto.
El grupo de pobladores inconformes, señaló que no están de acuerdo con la “imposición” de la construcción, debido a que es un predio “destinado para el deporte y otras actividades propias de la comunidad. No es viable colocar ahí la comandancia toda vez que se pone en riesgo a quienes acuden a la escuela, centro de salud y biblioteca, solo hay que recordar las comandancias balaceadas en esta región como lo son en nuestro vecino pueblo de Tarecuato”, expresaron.
Para impedir que se lleve a cabo la construcción de la comandancia, los comuneros tomaron las oficinas de la tenencia y el terreno en pugna, lo que derivó en un desalojo a manos de la Guardia Civil.
En un comunicado, los lugareños afirman que autoridades cortaron la señal de telefonía, por lo que se encuentran incomunicados, denunciaron también que en la zona se encuentran cerca de 100 elementos de seguridad para intimidar a la población inconforme.