En vísperas de cumplirse dos años del feminicidio de Guadalupe del Toro Morales, finalmente este lunes el Tribunal de Enjuiciamiento determinó la culpabilidad de Martín García Almanza sobre el homicidio en el que “hubo un proceso agónico” para la víctima.
La determinación de los tres jueces integrantes del Tribunal de Enjuiciamiento fue unánime: Martín fue declarado culpable del feminicidio de su esposa, de quien llevaba ocho meses separado.
Los jueces Fernando Hernández Hernández, Jesús Alejandro Sosa Maya y Cristóbal Luviano Tena, ratificaron que Guadalupe sufrió un trato cruel, inhumano y denigrante, que en su feminicidio hubo un proceso agónico, y que ella se defendió. La Fiscalía General del Estado logró acreditar a lo largo del juicio oral, la acusación que hizo contra Martín quien, todavía este lunes, se dijo inocente.
Ese sería otro golpe en el ánimo de la familia de Guadalupe, otra forma en que Martín busca incidir en el ánimo de sus dos hijos, “no soy una persona mala, que mis hijos sepan que yo no maté a su madre”, aseguró al hacer uso de la palabra este lunes.
Otra era su postura hace unos meses, cuando buscaba obtener beneficios de ley a través de un procedimiento abreviado declarando su culpabilidad. La decisión de la familia de Guadalupe logró que hubiera juicio oral, y fueron sus hermanas y madre quienes acudieron a la opinión pública para visibilizar las inconsistencias a lo largo del proceso y con ello ejercer presión para lograr un fallo condenatorio.
En diciembre de 2019, luego de que el cuerpo de Guadalupe fue encontrado enterrado en las inmediaciones la colonia La Aldea, envuelto en bolsas negras, con el rostro carcomido por perros y semidesnudo, a las informaciones difundidas por las hermanas de la víctima en redes sociales, el hijo mayor de Guadalupe –quien vive con sus familiares paternos- acusaría que eran mentiras, que todo había sido un accidente; posteriormente en declaración, aseguraría que su padre se había comportado “como un hombre”.
El hijo menor de Guadalupe vive con su familia materna, su testimonio en el juicio oral, fue uno de los elementos que permitieron confirmar que su madre había quedado de verlo en casa de Martín el día en que fue ultimada, para llevarle un regalo de cumpleaños que le había prometido.
Ese 23 de diciembre, contrario a su costumbre, Martín se ausentó del trabajo a la hora en que Guadalupe había quedado de llevar el regalo; a su hijo mayor se lo había llevado al trabajo y al menor lo encargó con un familiar. Así pudo encontrarse a solas con ella.
Durante los 15 años de matrimonio, Guadalupe fue víctima de violencia, familiares, vecinos y amistades dieron cuenta de ello a lo largo del juicio oral: huellas de golpes en el rostro, acoso, amenazas y vejaciones derivaron en la determinación de ella de salirse de su casa en abril de 2019.
La necropsia reveló que Lupita falleció de asfixia mecánica por estrangulamiento, y su cuerpo evidenciaba marcas de golpes previos a la muerte. En la camioneta de Martín, se encontraron huellas de la sangre de la víctima.
“Celopatía”, es lo que la Fiscalía atribuyó en el comportamiento de Martín, quien durante su matrimonio checaba el celular de Guadalupe con ayuda de su hijo mayor. Para la revisión del teléfono era sometida por Martín, ella sabía que una fotografía sonriendo, representaba un golpe seguro.
Meses después de separada, Guadalupe empezó una relación. El 22 de diciembre llevó de paseo a su hijo menor para festejar su cumpleaños, lo hizo acompañada de su nueva pareja, Marín se dio cuenta y al día siguiente la asesinó.
Martín permaneció oculto unos días tras el asesinato, cuando ya la denuncia por la desaparición de Lupita se había presentado. Las autoridades detectaron huellas de sangre en su camioneta y empezó a buscar un abogado, fue entonces que le confesó a su hermano Juan que la había matado, incluso lo llevó al lugar en que la había enterrado por lo que éste dio parte al Ministerio Público.
Este lunes en la última audiencia de alegatos en el juicio oral, Martín se quejó de su defensa por no llamar testigos que hablaran bien de él, acusó a su hermano Juan de decir mentiras en su contra, luego de qué éste a inicios del juicio oral reveló lo que Martín le confesó.
Martín les pidió a los jueces que las acciones de los grupos feministas no incidieran en su decisión, mientras que su defensa solicitaba sentencia absolutoria, argumentando que no se tenían los elementos necesarios para demostrar su culpabilidad.
Los elementos aportados durante los meses que duró el juicio oral fueron contundentes para que el Tribunal de Enjuiciamiento determinara la culpabilidad de Martín, el juez relator enlistó cada hecho que sustentó la decisión: los testimonios sobre la violencia que sufrió Guadalupe en su matrimonio, sobre los hechos ocurridos el 23 de diciembre de 2019, sobre los dictámenes periciales, sobre las pruebas recabadas por la Fiscalía, sobre el intento de desaparecer la motocicleta en que viajaba la víctima el día en que fue ultimada.
Durante la audiencia el juez relator enlistó que se cumplió con los principios de formalidad en el juicio, hay congruencia interna como externa, lo que se dijo es creíble, no advertimos que las partes no estuvieran en condiciones para decir lo que vieron, se tiene por cierto lo que expusieron quienes comparecieron en el juicio. La víctima sí acudió a casa de Martín el 23 de diciembre a dejar el regalo de su hijo, y Martín no se encontraba en su trabajo, se acreditó que Martín sí la mató y la subió a su camioneta y la trasladó en ella.
“La Fiscalía probó de manera suficiente su acusación, este hecho es típico de feminicidio, se justificó que las lesiones que le causaron la muerte fueron por causas externas atribuibles a comportamiento humano. Está probado el delito de feminicidio y queda probado que quien realizó esas conductas fue Martín García”.
En punto de las 14:47 horas, el Tribunal de Enjuiciamiento declaró la culpabilidad de Martín como feminicida de Guadalupe, será el próximo viernes en audiencia, cuando establezca la pena que éste habrá de cumplir.