En México existen varias deidades que presuntamente cuidan a las personas que delinquen en el país, entre ellos Malverde que protege a los narcotraficantes y la Santa Muerte adorada por criminales, aunque también por los más marginados. Pero ahora la fe y la devoción ha llegado a los huachicoleros.
Se trata del ‘Santo Niño Huachicolero’, una distorsión del Santo Niño de Atocha (una representación de la infancia de Jesús), que se ha popularizado entre quienes se dedican al robo de combustibles, delito por el que recientemente el gobierno federal implementó un operativo para combatirlo.
La veneración de la imagen se ha hecho más visible desde el Día de la Candelaria, en que los fieles visten con diferentes atuendos al Niño Dios. Al de los ‘huachicoleros’ le agregan unas mangueritas y botecitos.
También circulan estampas del Santo Niño de Atocha sosteniendo una manguera y rodeado de contenedores para depositar combustible. La adoración se ha extendido entre los pobladores del llamado ‘triángulo rojo’, que abarca a varios municipios de Puebla, una de las entidades con más robo de carburantes.
Recientemente la Arquidiócesis de Puebla hizo un llamado a los fieles católicos a no promover la adoración de esta imagen.
Con información de Excélsior