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Muchas enfermedades crónicas vienen de la nociva y común práctica del consumo de bebidas altamente azucaradas
Aunque el último año bajó 10% en ventas por nuevos impuestos a la industria el consumo de refrescos en México es el más alto del mundo, según datos de Coca-Cola Company. En proporción, en este país cada habitante consume 775 botellas al año.
Simultáneamente México es uno de los países, por cuestiones genéticas y alimenticias, con los más altos niveles de diabetes, y el más alto del mundo tanto a nivel adulto como infantil en obesidad. La mezcla de los anteriores ingredientes es tan brutal que este país debe destinar hasta 6% de su PIB en gastos de salud por enfermedades crónicas (entre ellas, la frecuente diabetes).
Dariush Mozaffarian, Rector de la Escuela Friedman de Políticas y Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Tufts en Estados Unidos, informó recientemente que México es el país donde más personas mueren por consumo de bebidas altamente azucaradas, sobre todo refresco, con 4 mil muertes al año.
Según Mozaffarian, se registró que cada joven y adulto ingiere hasta siete o más refrescos por semana. A nivel global se documentaron 184 mil muertes por enfermedades relacionadas con consumo de refrescos, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Se encontró también que al ingerir una o más bebidas al día se incrementan 80% las posibilidades de padecer estas enfermedades.
En parte por la gran publicidad y la poca educación nutricional, el consumo de refrescos ha permeado en México a estratos inesperados como comunidades indígenas, que incluso han incorporado la ingesta de estas bebidas en sus cosmovisiones rituálicas.