César Vázquez / @LetraMia
Morelia, Michoacán.-Los estudiantes de la escuela de enfermería dejaron las aulas de estudio para salir a gritar en las calles justicia para la joven uruapense Érika Kassandra Bravo Caro, quien fue vilmente degollada y apuñalada; un asesinato más dirigido contra estudiantes.
El caso de Kassandra se dio en medio de una declaración de paz y tranquilidad de Alfredo Castillo, pero a él, junto con Salvador Jara y el secretario de Seguridad, Carlos Hugo Castellanos, señalan como los responsables de este cruel asesinato de la joven enfermera, porque reiteradamente las autoridades han sido advertidas de la violencia que termina en feminicidios y no han actuado para detenerla.
El feminicidio de Kassandra es el número 85 en Michoacán en lo que va del 2014, y el número 12 en Uruapan en sólo tres meses, ante todos estos crímenes el gobierno de Salvador Jara y Alfredo Castillo se esfuerzan todo lo que puede por callar y desvirtuarlos llamándolos crímenes pasionales, e incluso insinúan que las víctimas son las culpables de lo ocurrido.
Por eso los estudiantes de enfermería salieron de su centro educativo para recorrer la Avenida acueducto y llegar hasta el Palacio de Gobierno a reclamar justicia y la desaparición del gobierno corrupto y protector de asesinos.
Al pasar frente al Congreso del Estado rápidamente las dos hojas de los portones fueron azotadas desde adentro para evitar que los estudiantes quisieran ingresar a la que los diputados se ufanan en llamar ‘Casa del Pueblo’.
Lo mismo ocurrió en el Palacio de Gobierno, donde los custodios que se apostan bajo el portón rápidamente la cerraron a un lado para permitir que los estudiantes gritaran con libertad, sabiendo que sus clamores pronto se los lleva el viento.
Nadie escucha el reclamo de cientos de estudiantes de Enfermería que claman justicia por su compañera, por una estudiante que tenía su sonrisa y 19 años, sus reclamos no tienen eco porque las autoridades callan y se ocupan de atender protocolarios eventos de demagogias y reparto de carentes apoyos.
Al no escuchar respuesta a sus reclamos los estudiantes marcharon rumbo al portón lateral del Palacio de Gobierno ubicado en la calle Juárez, desesperados los policías que cobran por resguardar las puertas, alertaron por radio para que se cerrara la entrada.
Pero los estudiantes siguieron de largo hasta la Plaza del Carmen, donde se unieron a la protesta del Frente de Lucha contra la Represión, y en un breve encuentro, decidieron todos juntos marchar por el centro de la ciudad y hacer un mitin en Frente al Palacio de Gobierno para exigir la renuncia inmediata de Enrique Peña Nieto que no ha sabido detener los crímenes contra estudiantes.
Allí los reclamos de las organizaciones y de los estudiantes coinciden en uno sólo al exhibir que México vive un clima de violencia instaurado por el mismo estado, donde después de los asesinatos de estudiantes en lugar de investigarlos aparecen órganos represivos integrados por el ejército, policías y paramilitares, ese es el Michoacán y el país de nuestros estudiantes.