La posibilidad de una sanción administrativa o penal hacia quienes resulten involucrados en las irregularidades denunciadas por las auditorías superiores de la Federación y de la estatal, quedará establecida una vez que se cumpla con el plazo de 30 días para desvanecer las mismas, consideraron tanto el tesorero como el contralor de la Universidad Michoacana, Rodrigo Gómez Monge y Rodrigo Tavera.
En la rueda de prensa que se ofreció sobre el tema esta mañana, Gómez Monge indicó que si hay algún pliego específico para funcionarios de administraciones pasadas, “ellos tendrán que dar una explicación”.
Precisó el procedimiento, “se entregarán las pruebas, las auditorías nos dirán si son válidas o no o qué pendientes existen, tendremos que ir avanzando en ello y los siguientes pasos ya tendrán que ver con nuestro órgano interno de control, donde se irán haciendo las investigaciones pertinentes e ir avanzando”.
Tavera señaló que a partir de los expedientes con observaciones sancionatorias, “cuando no se puedan solventar, existen responsabilidades para cada uno de los funcionarios que en su momento fueron los responsables de la aperturas de las cuentas, de la información que debieron haber entregado”, y hasta cubierto el procedimiento de 30 días de plazo para desvanecerlas, “se tendrían que iniciar auditorías para fincar responsabilidades.
La sanción, dijo Tavera, vendría “dependiendo del tipo de observación que no quede solventada; la Ley de Responsabilidades Administrativas establece hasta donde tiene competencia la Contraloría de la Universidad para poder accionar”, aunque anticipó que como Contraloría, “podemos sancionar hasta elementos que no sean graves, y cuando rebasen este límite “tendríamos que acudir con las autoridades competentes, dependiendo del delito que pudiera presentarse, ya sea la Fiscalía General de la República o del Estado.
-En qué medida esta administración podrá resolver este tema, porque son prestaciones no reconocidas, que están en los contratos colectivos que la federación no reconoce, obligaciones también hacia estudiantes, parece que la Universidad está destinada a ser observada permanentemente-, deslizó un reportero.
“No, esperemos que no”, señaló el tesorero, y en ese sentido manifestó que ya hay acercamientos con las auditorías, tanto la federal como estatal, e ir “trabajando de la mano, para que en ejercicios próximos tengamos las menos observaciones y en el mejor de los casos no tengamos observaciones, queremos una Universidad transparente”.
Acercarse a las auditorías, explicó, es informar “cómo trabajamos como universidad, que nos conozcan”.
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