Sarai Díaz / @Sarai3_0
Morelia, Michoacán.-Al igual que en Asia y África, la corrupción continúa siendo muy común en Latinoamérica, incluido México, quien en el 2015 se posicionó en el lugar 95 de 168 países evaluados, con una calificación reprobatoria de 35 puntos. No obstante, Chile y Uruguay, se colocan entre los países menos corruptos del mundo.
El índice de Percepción de la Corrupción 2015, elaborado por la organización Transparencia Internacional, señala que la corrupción continúa estando presente en el 68 por ciento de los países en el mundo. La mitad de ellos, se encuentran dentro del G-20, como Brasil y Argentina, quienes se ubican en el lugar 76 y 107, respectivamente.
En el estudio del 2014, México se ubicó en el lugar 103 de 175 países, con el mismo puntaje, es decir con 35 puntos, uno más que lo registrado en el 2013. Además se posicionó en el último lugar de los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Mientras que en América Latina, se ubicó debajo de sus principales competidores económicos, como son Chile, con 82 posiciones por debajo, y brasil, con 34 niveles abajo.
El presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, lamentó que la corrupción sea una plaga que se expande por todo el mundo, aunque aplaudió que en muchos países la gente ya no se sienta intimidada y salga a protestar a las calles, tal y como lo hicieron miles de ciudadanos el año pasado.
«El 2015 fue también un año cuando la gente tomó de nuevo a las calles para protestar contra la corrupción. Gente de todo el mundo enviaron una fuerte señal a aquellos en el poder: es el momento para hacer frente a la gran corrupción», señaló.
Por su parte Alejandro Salas, director internacional para las Américas, dio a conocer que en el 2015 fueron testigos de dos tendencias notables, una de ellas el descubrimiento de redes de corrupción a gran escala, y la movilización masiva de los ciudadanos contra la corrupción.
«Los escándalos de Petrobras y La Línea son testimonio de estas tendencias en los dos que más cayeron regionales: Brasil y Guatemala. El reto ahora es hacer frente a las causas subyacentes y reducir la impunidad de la corrupción», manifiesta.
En México, según dio a conocer el politólogo, José Luis Antón Alvarado, la corrupción cuesta al menos 100 mil millones de dólares al año, sin embargo no se combate porque sólo se le ve «como aceite de la maquinaria económica, engrane del sistema de justicia y factor para que las cosas funcionen».