Ambiente


La lucha para salvar a las 97 vacas marinas que quedan en México

Ecoosfera

Greenpeace narra los alentadores esfuerzos que se están aplicando para salvar a esta tierna especie de su extinción, y a los cuales puedes unirte

En el Alto Golfo de California vive una de las especies marinas más bonitas y nobles de México: la vaquita marina. Luce como un delfín pero es más pequeño y alrededor de los ojos y boca tiene círculos de color negro, por lo que algunos lo llaman “panda del mar”.

Hoy es un motivo de preocupación pero también de acción para Greenpeace y otras organizaciones de defensa del medio ambiente, las cuales buscan poder preservar a la marsopa, especie de la que se estima quedan apenas 97 ejemplares. Si no se toman medidas prontos, la vaquita podría extinguirse en 2018. ¿Cuál es la razón?

De acuerdo con el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), el hábitat de la marsopa en el Mar de Cortés es cada vez más peligroso debido a que se ha visto sacudido durante años por la pesca –muchas veces de forma ilegal- de camarón, tiburón y totoaba. Ante esta situación Greenpeace, junto con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Defenders of Wildlife y Teyeliz se han movilizado para hacer un llamado al gobierno mexicano para que emita medidas para proteger a la especie, con las que también se consideren alternativas viables de desarrollo para las comunidades locales afectadas por dichas acciones.

En ese sentido hay una propuesta integral elaborada por el CIRVA, a la que las organizaciones se han sumado:

1.- Aumentar el área de refugio de la vaquita marina para ampliar la zona de protección a toda el área de distribución de esta especie.

2.- Promover, a través de los medios legales conducentes, una veda total inmediata de la pesca con redes agalleras que se da en la zona.

3.- A través de la PROFEPA, la Marina y la PGR, llevar a cabo un combate frontal y a fondo de la pesca ilegal de la totoaba (especie en veda y en peligro de extinción), en la que se capturan vaquitas marinas de forma incidental.

4.- Que se solicite la intervención del Secretariado CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) por la violación que se está dando de este convenio internacional por el tráfico ilegal de la totoaba hacia China.

5.- Que México pida ayuda de Estados Unidos y China para detener el transporte e importaciones ilegales, así como detener la demanda en China de un producto ilícito que está conduciendo a dos especies mexicanas endémicas a la extinción.

6.- Que se den acciones coordinadas entre la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) con la Comisión Nacional de Pesca (CONAPESCA) para acabar con las soluciones a medias.

Pese a lo complejo que se antoja el panorama, sí que hay motivos para ser optimistas, ya que esta vez –y como pocas veces lo ha visto Greenpeace- existe disposición de gran parte de los actores de la sociedad para lograr esta misión. El gobierno federal, organizaciones locales e internacionales, científicos y académicos tienen un consenso en cuanto a que la vaquita debe ser salvada, sin olvidar que hay comunidades en el Alto Golfo cuyas necesidades también deben ser atendidas.

Este consenso se ha traducido ya en acciones. Hace unas semanas la Secretaría de Marina y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Agricultura Pesca y Ganadería (SAGARPA) presentaron un anteproyecto para suspender la pesca mediante el uso de redes de enmalle, cimbras y/o palangres en el norte de California. Esta propuesta establece una prohibición de 2 años para la pesca mediante técnicas que afecten la supervivencia de la vaquita marina en toda su área de distribución, unos 5 mil kilómetros cuadrados. Al mismo tiempo, se prevé una compensación de 540 millones de pesos anuales para los pescadores afectados por estas medidas.

El acuerdo, publicado por COFEMER, se encuentra actualmente en consulta pública, la cual se prevé concluya a finales de este mes, antes de que sea devuelto a la SAGARPA para su eventual publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Los planes para salvar a la noble vaquita necesitan la fuerza de la gente. Por eso, su voz necesita ser escuchada. Desde noviembre pasado Greenpeace lanzó una petición electrónica para exigir al presidente Enrique Peña Nieto tomar medidas urgentes. Hasta ahora ¡320 mil personas la han firmado! Cualquiera que quiera ser un defensor de la vaquita puede hacerse oír también, visitando el sitio: http://grpcemx.org/ecoosfera-vaquita.

18 enero, 2015
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