La mayoría de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa plagiados desde el pasado 26 de septiembre, podrían estar vivos pero en la sierra de Filo de Caballo, trabajando obligatoriamente en la cosecha de drogas, al servicio del crimen organizado, tal como refirió Crisóforo García Rodríguez, promotor de la Unión de Pueblos del Estado de Guerrero (UPOEG), quien dijo contar con información al respecto.
“Tenemos la esperanza, no el 100 por ciento pero un 85 por ciento, de que los muchachos están vivos. Hemos tenido información directa, la inteligencia comunitaria es muy grande. Si los llegaran a matar sería después de esto. Nosotros sabemos a quiénes ya los mataron, porque de antemano sabemos que hay gente que se defiende. Estamos conscientes, por información, que 85 por ciento (de ellos) está vivo”, afirmó García Rodríguez.
El promotor de la UPOEG, aseveró que fueron los pobladores de Iguala y otras alcaldías quienes le confiaron datos considerables sobre que los normalistas en realidad están en la sierra. “Los han utilizado para la cosecha de enervantes, a ellos y a otras víctimas que no son estudiantes y que han sido secuestradas. Esto es muy probable según los datos que tenemos”, manifestó.
Asimismo, García Rodríguez abundó en que la violencia generalizada, “es en todo Guerrero, hay muchas víctimas, secuestros de niños, no sólo mujeres. En Guerrero se practica la esclavitud moderna, estamos pensando que los muchachos están esclavos en la sierra de Filo de Caballo”.
En ese mismo sentido, el promotor de la UPOEG dijo que policía comunitaria no confía en la versión aportada por la Procuraduría General de la República (PGR), en torno a la calcinación de los normalistas. “Necesitamos pruebas, tener certeza, porque sabemos que pueden estar vivos, no hemos llegado al fondo, todavía tenemos tiempo, vamos por Guerrero, vamos a limpiar y a proteger a Guerrero”, arguyó el promotor, cuyo grupo arribó a Iguala el pasado 7 de octubre con el fin de iniciar una búsqueda propia, ya que 17 de los desaparecidos son hijos de integrantes de la UPOEG.
El esfuerzo realizado por la UPOEG no ha sido en vano, pues sus brigadas hallaron cuatro fosas más en Iguala, muy cerca de donde encontraron los primeros entierros clandestinos. En total, durante mes y medio las 200 brigadas de comunitarios encontraron más de 30 fosas con restos viejos.