Antonio Jiménez /@hvioleta3_0
Fotos: Reuters / Daniel Becerril
(1 de marzo, 2014).- El famoso capo de la droga, Joaquín Guzmán Loera, conocido como “El Chapo”, tenía construida una ruta creativa y compleja de escape a través de la ciudad de Culiacán, la cual consistía en túneles, casas interconectadas y drenajes pluviales, según informaron fuentes federales.
El líder del cártel de Sinaloa era prudente al movilizarse, todo lo hacía bajo un perfil bajo, no dormía en los mismos lugares y cada una de las casas de seguridad con las que contaba tenía diversos mecanismos de escape, en caso de que las fuerzas de seguridad dieran con su ubicación.
Las autoridades mexicanas informaron que “El Chapo” adquirió, a través de prestanombres, inmuebles con características parecidas: casas de tres o cuatro recámaras, todas con puertas protegidas por trabes de acero, además de contrapuertas y vidrios polarizados. También aseguraron que en los anteriores operativos de la Marina para dar con Guzmán Loera, tardaban casi 10 minutos en derrumbar las puertas de acceso a las casas donde creían que se encontraba.
Para acceder a los túneles por donde se desplazaba hacia los diferentes drenajes de la ciudad, el narcotraficante construyó mecanismos de escape en los baños, que se activaban en alguna parte del cuarto y que le permitían conducirse atravesando túneles de aproximadamente 1.80 metros de alto por 1.50 metros de ancho, cuyas paredes y piso eran de madera.
Así era la ruta de escape del ícono de la droga más buscado en el mundo: Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien fue detenido el pasado sábado 22 de febrero a las 6:40 horas, por elementos de la Marina en el puerto de Mazatlán, Sinaloa.