En Ciudad Hidalgo, una localidad fronteriza con Guatemala, se registró un fuerte refuerzo de agentes migratorios en la zona, como parte de las nuevas medidas para restringir los cruces no esenciales en la frontera sur de México.
Decenas de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), distribuidos a lo largo del río Suchiate, pedían la documentación a cualquier persona que intentaba cruzar en balsa, con lo que impidieron el paso a decenas de personas.
México comenzó este fin de semana con las limitaciones de viaje en su frontera sur, supuestamente para evitar contagios por el coronavirus, pero en el río nadie hablaba de la pandemia sino de evitar entradas irregulares.
Además, el gobierno anunció una nueva estrategia contra el tráfico de migrantes, concentrada en detectar a grupos de familias con menores, al considerar que este sector ha aumentado su llegada a la frontera sur.
El gobierno mexicano dijo que se aumentarían los controles de documentación y filtros sanitarios en todo el sur, además, vigilarán las zonas de cruce ilegal de personas con drones y mecanismos de visión nocturna.
El viernes, centenares de elementos del Ejército, la Guardia Nacional y agentes migratorios desfilaron por la capital de Chiapas antes del despliegue, pero el domingo la presencia militar junto al río era mínima.
El flujo migratorio actual no ha llegado todavía a las cifras de 2019, sin embargo, la administración estadunidense está preocupada por el rápido incremento de los cruces ilegales desde México, sobre todo de menores no acompañados y familias.
El último despliegue fuerte en esta zona fue en enero de 2020, cuando centenares de militares bloquearon grandes grupos que intentaban entrar en el país en caravana para llegar a Estados Unidos.