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El revolucionario metro de Moscú

Si pensabas que la arquitectura de Moscú es esplendorosa, espera a echar un vistazo debajo de sus calles. Esta capital alberga un mundo subterráneo que se asemeja más a un museo que a su vez transporta a más de 10 millones de personas semanalmente.

El sistema suburbano moscovita es una extraordinaria mezcla de de transporte público, museo histórico de la URSS, fortaleza y refugio que obsequia a sus usuarios un majestuosa muestra de lujo artístico y arquitectónico.

Su primera línea fue inaugurada el 15 de mayo de 1935 y hoy cuenta con cerca de 200 estaciones con lo que se coloca como uno de los suburbanos más grandes y más bellos del mundo, pues 44 de sus paradas son catalogadas como patrimonio cultural.

Por eso, constituye también un extraordinario museo de la arquitectura rusa soviética y post soviética en el que se puede apreciar su historia, pero también la evolución estilística a través de las épocas en las que fueron construidas cada una de sus estaciones.

Y es que, desde un inicio el metro de Moscú conocido como el “Palacio del Pueblo”, fue concebido como el futuro dorado para el proletariado que lo utilizaría en masa para ir al trabajo y volver a casa.

Al pasar por cada una de sus casi 200 estaciones, que son auténticas obras de arte puedes encontrar desde espectaculares vitrales, esculturas de bronce -de personales y perros- en tamaño real, cúpulas, lámparas y hasta columnas con influencias barrocas o Art Decó.

Los rusos creen que frotar la nariz de los perros en las estatuas de bronce trae buena suerte en los exámenes. Además, se dice que tocar el pie de la escultura es una cura para una relación infeliz.

Eso sí, en ninguna falta la propaganda soviética y comunista por lo que en su conjunto son más un museo bajo tierra o bien catedrales subterráneas que solamente un medio de transporte público.


Respira profundo

Descender por primera vez a una de sus estaciones es asombroso, debido a su gran profundidad. Un ejemplo es ‘Parque de la Victoria’ que a 84 metros bajo la superficie, es la estación más profunda de la red (y la tercera mundo).

Dice los rusos que la razón radica en el inicio de la denominada Guerra Fría, ya que las estaciones estaban ideadas para servir de refugios nucleares en caso de surgir una guerra con Estados Unidos.

Incluso desde el inicio de la Gran Guerra Patria hasta el año 1943, cuando los ataques aéreos sobre Moscú terminaron, el Metro de Moscú fue un refugio contra los bombardeos y un segundo hogar para los moscovitas.

En las estaciones los habitantes podían encontrar tiendas, peluquerías y bibliotecas públicas, incluso entre sus paredes nacieron 217 niños.

De ahí, la peculiaridad de esta obra arquitectónica, artística y sobre todo revolucionaria, conocida como el Palacio del Pueblo o metro de Moscú.

 

12 julio, 2018
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