“Sequía sexual” algo más común de lo que crees
La llamada “sequía sexual” es cuando tu estado anímico influye en lo que transmites. ‘Tu sex-appeal’ es como las estaciones del año, y tú ahora estás en pleno invierno.
La abstinencia no mata a nadie, pero la frecuencia sexual tiene efectos comprobados sobre cuerpo y mente. Es posible que este período de sequía te acompañen irritabilidad y estrés.
Esto sucede a que después del coito se liberan endorfinas y oxitocina, lo que reduce los dolores de cabeza, la migraña, la artritis y el síndrome premenstrual.
Según un informe de la Universidad Wilkes (Pennsylvania, USA), quienes tienen una actividad sexual una o dos veces por semana poseen niveles de imunoglobulina un 30% más elevados que quienes no.
El psicoterapeuta Mariano Salinas afirma que la sequía sexual prolongada no tiene por qué reportarnos problemas de ningún tipo, aunque con algunos matices.
No es lo mismo si has tenido una actividad sexual alta o si por el contrario esta ha sido más bien escasa. Lo que para ti es época seca para otra puede ser lo normal.
Tu referencia debe ser la época en la que creas que estabas mejor, no lo que te digan que es “lo normal”. Salinas recomienda suplir la falta de actividad sexual con adoptar un régimen alimentario más sano y practicar ejercicio físico regularmente, y, por supuesto, recurrir a la masturbación.