Morelia, Michoacán.- “Él es médico, supo dónde y cómo cortar para que mi niña no tuviera ninguna oportunidad de vida”, señala Elizabeth Rico Ambriz, madre de Helida Yuritzbi Mendoza Rico de 23 años quien, el pasado 17 de octubre fue degollada por su pareja Manuel Alejandro S. en su casa en Zapopan Jalisco.
Elizabeth recuerda cómo tuvo que reconocer el cuerpo de su hija y ver sus heridas; en el recuerdo busca un atisbo de consuelo, “por un lado afortunadamente mi niña no sufrió mucho, pero eso no es válido, no es bueno, no, no, no lo entiendo”.
Este viernes Elizabeth con sus hijos Alma Elizabeth y Joaquín Alejandro, salen al encuentro de los medios de comunicación para exigir justicia por el feminicidio de Yuri –como le decía su familia-, esto debido a la falta de claridad sobre la actuación de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, la cual es la encargada de las pesquisas contenidas en la carpeta de investigación 78092/2020.
La familia de Yuri es originaria de Santa Clara del Cobre, que es donde radica su madre y sus hermanos. Ahí estaban cuando el 17 de octubre les telefoneó la hermana de Manuel Alejandro para preguntarles si tenían comunicación con él, “nosotros comenzamos todo nuestro calvario con una sola llamada… empezamos a hacer llamadas desesperadas, a buscar por todos los medios, por las redes sociales, por donde teníamos alcance, nos dicen que no hay nada, no nos contestan”.
Yuri estudió ciencias de la comunicación en Zamora, en la Universidad del Valle de Zamora, ahí vivió con su papá y conoció a Manuel Alejandro –originario de Morelia- con quien empezó una relación; su padre se opuso a ello argumentando que él no era una persona buena y que tenía antecedentes. Finalmente ella decide mudarse con él a Zapopan, en donde Manuel Alejandro estaba empleado en el Hospital San Miguel Arcángel de Zapopan.
Elizabeth refiere que más allá de la oposición del padre de Yuri, no existió ninguna señal de alerta acerca de que Manuel Alejandro fuera un agresor, “tenían un año y dos meses viviendo juntos en ese departamento de Zapopan, nosotros la visitábamos, y mis hijos y yo hablábamos con ella, teníamos comunicación, él vino a nuestra casa y lo empezamos a tratar como pareja de mi hija.
El 17 de octubre medios de comunicación de Jalisco reportaron el asesinato de una joven mujer en la calle Van Gogh de la colonia Real Vallarta, en Zapopan, los vecinos fueron los que alertaron a la Comisaría del Municipio, por lo que al llegar al lugar los elementos se percataron de la sangre que se filtraba hasta el exterior del domicilio. En el sillón de la sala se encontraba el cuerpo “con huellas de violencia y un corte en el cuello”. Se trataba de Yuri.
Un pensamiento cruza por la mente de Elizabeth: la posibilidad de que su hija siguiera con vida si, la policía no hubiera tardado dos horas en atender el llamado de auxilio hecho por los vecinos, cuando se percataron de una pelea en el departamento de Yuri y la escucharon a ella gritarle a Manuel Alejandro “¡devuélveme mi celular!”.
Pero la tardanza de las autoridades dio tiempo para que él empacara su ropa, agarrara a su perro, y saliera por la puerta principal de su domicilio sin mayor contratiempo que ser observado por algunos vecinos.
La historia de lo ocurrido los familiares de Yuri la conocen por el contenido de la carpeta de investigación, de la cual la Fiscalía de Jalisco se ha negado a proporcionarles copia e incluso rechaza que cuenten con un asesor victimal privado pese a ser su derecho legal, bajo el argumento de que éste tiene que ser de oficio público.
A la familia se le ha negado incluso contar con copia de la orden de aprehensión en contra de Manuel Alejandro, por lo que desconocen si de verdad ésta ya fue girada.
Sin tener noticias de su hija, los padres y hermanos de Yuri se trasladan a Jalisco para buscarla ese 17 de octubre, en el trayecto reciben varias llamadas de la Fiscalía de Jalisco, primero para decirles que su estaba en un Centro de Justicia para Mujeres Violentadas, luego para decirles que lleguen directamente a la Fiscalía y que se está persiguiendo a Manuel Alejandro como responsable de lo ocurrido.
“El camino fue larguísimo”, recuerda Elizabeth quien abunda que al llegar a la ubicación que les dio la Fiscalía de Jalisco, se encontraron con que se trataba de la Unidad Especializada en Investigación de Feminicidios; “ahí yo me desarmo, pienso que mi hija está luchando contra la vida y la muerte, que mi hija todavía tiene la oportunidad y que yo voy a llegar a verla, a decirle que todo está bien, que vamos para adelante, pero desgraciadamente no fue así.
“Así nos preparan, nos dicen que nos identifiquemos como familia, como padres de Yuri y nos dan la lamentable noticia de que mi hija fue asesinada, nos hablan de lo que es el feminicidio y nos dicen que esto fue un acto que realizó su pareja, en su momento nosotros nos sentimos mal, no sabemos qué hacer, no sabemos qué decir, nada… vamos a reconocerla y desgraciadamente sí, sí era mi hija”.
Tras asesinar a Yuri, Manuel Alejandro llama por teléfono a Alondra de 25 años, compañera doctora con la que sostenía también una relación sentimental; según las versiones de testigos incluidas en la carpeta de investigación, tras la llamada ella se pone nerviosa, apurada y con miedo, refiere Elizabeth.
Él pasa por ella al hospital según testigos que la vieron subirse al vehículo con él. La situación pone en alerta a la familia de Alondra quien, la reporta como desaparecida, por lo que se emite la ficha respectiva. El 19 de octubre se informa que ha sido localizada, aunque –como generalmente ocurre- no se especifica en qué condición, es decir, si viva o muerta.
“Nosotros hemos ido a la Fiscalía de Jalisco a pedir que nos den avances, que nos digan cómo van, que nos den la orden de aprehensión contra Manuel Alejandro pero no han querido, por eso estamos gritando, alzando la voz para que todo el mundo, la gente que pueda nos escuche y nos ayude, porque desgraciadamente yo ya no puedo recuperar a mi hija eso está claro, yo ya tengo el cuerpecito de mi niña, ya lo sepulté, pero si se llevó a otra chica esa niña también estar en peligro”.
Sostiene una fotografía con el rostro de Manuel Alejandro, pidiendo que en caso de ser detectado se denuncie a las autoridades.
Elizabeth recalca que no quiere venganza sino justicia, y pide el apoyo de las autoridades para que se establezca una recompensa para quien tenga información que pueda dar con el paradero de Manuel Alejandro.
Asimismo pide a la Fiscalía General de Michoacán que los apoyen a ejercer presión sobre la Fiscalía de Jalisco. “Me dicen tiene que venir a Jalisco, hago llamadas donde ellos me prometieron que me iban a escuchar, no las toman, el papá de Yuri ha ido ya tres veces a la Fiscalía de Jalisco y no ha conseguido nada, él ha pedido precisamente la ficha de orden de aprehensión pero no le dan nada, no le hablan, no le toman la llamada, nosotros no vemos avance”.